Willhelm Schweinsteiger

Con una altura promedio y una complexión atlética, se podría decir que Willhelm es dueño de un físico envidiable. Porta una larga cabellera roja que desciende hasta el final de su espalda y para mantener en orden su alborotado cabello rojizo lleva una banda blanca en la frente.
Por lo general su vestimenta se compone por un chaleco de color rosa, unas mangas del mismo corte del chaleco, una playera color negro y un pantalón bombacho. Suele vestirse de una manera extravagante para llamar la atención.
Su cabello rojo no es lo único que lo hace resaltar. Sus ojos color azul contrastan llamando aún más la atención.
Siempre carga una espada corta que suele colgar del lado izquierdo de su cintura. Aunque esta arma blanca es por mera estética. De igual manera lleva siempre una pieza de joyería la cual fue heredada de su abuelo. La cuida con mucho recelo.

Willhelm puede describirse con dos palabra: arrogante y egocéntrico.
Tuvo una infancia llena de lujos y comodidades. Creció en el seno de una familia adinerada y aristócrata de la ciudad de St. Germain. De hecho, Willhelm es descendiente directo del fundador de esta metropolis.
Es un presumido por excelencia, le encanta hablar sobre lo grandioso que es y sobre todo le encanta recibir halagos. Piensa que el dinero lo puede todo, hasta conseguir amigos.
Le encanta despilfarrar el dinero que tiene en fiestas, alcohol, juegos de azar, mujeres y opio. Se la vive de fiesta en fiesta, sin importarle el mañana.
Considera que su habilidad es la herramienta perfecta para atraer mujeres, por lo tanto no sabe usarlo en combate o para defensa personal. Para el las peleas son innecesarias; no hay nada que no pueda arreglar un buen tarro de cerveza con una pipa llena de opio.
El no se considera ni Nova y mucho menos Psycho. Las etiquetas que le llegan a poner no le importan lo más mínimo, y mucho menos le importará la situación inestable entre los humanos y los Psycho; lo tiene sin cuidado.
A pesar de todas las cosas negativas, un parte de el esta consciente de que lo que tiene es efímero, y sobre todo que las personas que lo rodean solo están con el por su dinero.
A pesar de verse siempre tan alegre en el fondo sigue sintiendo un dolor tremendo por la perdida de su madre años atrás. Eso provocó que llenará todo ese vacío con mujeres, alcohol y opio.
Tiene un temor profundo a los escorpiones y las gallinas. Willhelm dice que no es natural que un ave con ese tamaño no pueda volar.

Willhelm nació en el seno de una familia aristócrata de la ciudad de St. Germain, donde siempre vivió lleno de lujos y comodidades. Es el hijo único entre Michael Schweinsteiger y Selene Bourque.
Su infancia fue algo diferente a la de los demás niños. Nunca fue a un colegio normal, siempre estudió en casa, lo cual hizo a Willhelm un niño muy introvertido sin amigos. No veía mucho a sus padres ya que siempre estaban en algún evento donde las personas se regocijaban de ser ricos. Pasó la mayor parte de su infancia con los sirvientes; fueron una especie de amigos para el.
A pesar de eso, su madre siempre le demostró un cariño inmenso. Y para Willhelm esto era algo confuso; veía la intención de su madre por pasar tiempo con el pero simplemente no lo veía materializado.
Willhelm siendo apenas un pequeño tuvo que sufrir una perdida muy dolorosa; su madre había fallecido. O al menos eso fue lo que su padre le dijo. Eso marcó de por vida a Willhelm, aunque de manera extraña. En vez de volverse un niño más retraído comenzó a abrirse más a las personas y pasó de ser solitario a sociable. Aunque todo esto fue con el fin de terminar con lo que el sentía que era lástima hacía el; todos se acercaban a el preguntándole si estaba bien, y en su afán de que le dejarán de atosigar con eso comenzó a volverse sociable para que pensarán que lo superaría. En el fondo Willhelm seguía devastado.
Pasaron los años y Willhelm al inició de su adolescencia descubrió algo que jamás se imaginaría; era uno de esos super humanos de los que tanto hablan en la ciudad. Era un Nova.
Un día Willhelm se escapó de un evento social de la alta sociedad, encontrando un refugio temporal en una parte del bosque. El tenía la manía de tronar siempre los dedos para calmar su ansiedad, y sin que se lo imaginara de sus manos comenzó a salir fuego. Willhelm asustado sacudió las manos para poder así apagar la inexplicable llama que había aparecido. En ese momento supo que el era diferente a los demás, aunque igual a otros.
Habiendo descubierto esta habilidad, Willhelm se lucía siempre que podía prendiendo fuego en sus manos. Unos se maravillaban ante tal acto. Otros más se aterraban al ver las llamas en sus manos. Sentían miedo.
Willhelm vivió una adolescencia aún de muchos lujos y atenciones, causando una actitud arrogante y egocéntrica en el. Pensaba que era el rey del mundo y que por su habilidad y dinero podía hacer lo que quería sin que nadie se interpusiera. La relación con su padre nunca mejoro; seguían siendo unos completos extraños entre ellos. Al final, el papá de Willhelm murió sin haber creado un lazo entre el y su hijo.
Cuando llegó a su etapa de joven adulto, ya tenía los vicios del alcohol, tabaco, mujeres, juegos de azar y el opio. No tenía un trabajo, vivía a costa de la herencia de su familia. Se suponía que debía encargarse de la empresa de la familia (Embarques y traslado de mercancía a través del mundo) pero el prefería seguir luciéndose con su piroquinesis; amaba ser el centro de atención en las fiestas que organizaba todos los fines de semana. Le encantaba estar en boca de todos.